Frank Tor lloró tanto que se convirtió en pez. Después se arrepintió tanto de haber llorado, que odió ser pez (sus lágrimas no tienen valor en las profundidades del mar), y así, de tanto llorar de ser pez, Frank Tor es hoy el único hombre-pez que existe y se cree que jamás podrá ser encontrado para preguntarle porqué ha llorado tanto.
Blog
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario